La fotografía cubana

ARTÍCULO

LA FOTOGRAFÍA CUBANA

POR: JULIO A. LARRAMENDI

A propósito de la Fotografía cubana. 

Cuba se enorgullece de tener una rica historia y tradición en el Arte fotográfico. Centenares de nombres han enriquecido la relación que durante varias generaciones y períodos históricos recoge la obra de estos trabajadores del lente. 

Hoy, en el Día Internacional de la Fotografía, rendimos homenaje a dos de aquellos artistas de la llamada “épica”, que coincidieron en las horas históricas del ataque y la victoria de Playa Girón y los únicos galardonados con el Premio Nacional de Artes Plásticas: Raúl Corrales (Ciego de Ávila 1925-La Habana 2006) y Ernesto Fernández (La Habana 1939). 

PLAYA GIRÓN EN LA MEMORIA. 

LAS FOTOGRAFÍAS DE RAÚL CORRALES Y ERNESTO FERNÁNDEZ. 

La Historia de la Revolución cubana podría escribirse sin nosotros, pero solo podrá ilustrarse con las fotografías que todos fuimos capaces de captar. 

                                                                        Raúl Corrales 

El humo, el olor a sangre fresca, el tableteo de las anti aéreas, el ruido de los aviones en vuelo rasante y la explosión de las bombas, el rítmico estruendo de cañones y morteros, los gritos de los milicianos, mezclados con los quejidos de los heridos por evacuar, son las sensaciones provocadas por las imágenes de aquellos momentos dramáticos y decisivos de la Revolución cubana en abril de 1961. 

La historia de Playa Girón es bien conocida por los documentales y los testimonios de los participantes. Miles de detalles han surgido de las entrevistas y libros que durante más de 50 años se han publicado. Pero son las fotografías tomadas durante la contienda las que dieron la vuelta al mundo ilustrando las 72 horas que duró la invasión y perduran en la memoria. 

Varios fueron los fotorreporteros que acudieron al convite; ellos nos legaron un testimonio heroico y doloroso, dramático y hermoso de la gesta. 

Dos de ellos, nuestros Premios Nacionales de Artes Plásticas (1996 y 2011), Raúl Corrales y Ernesto Fernández, fueron testigos y lograron registrar algunos de los momentos más importantes de aquellos días. 

Un jovencísimo Ernesto Fernández (1939), en su Triumph blanco del 57, fue el primer fotorreportero en llegar a la zona de combate. En febril actividad, aparece en el central Australia, donde el Capitán José Ramón Fernández instruía el despliegue de las tropas cubanas, sobre los camiones con los imberbes soldados que se dirigen al combate, junto a los morteros en plena descarga, en la carretera construida por la Revolución, contrastando con el intento de destruir sus conquistas, las ruinas de pobrísimas viviendas de carboneros,  un humeante ómnibus civil y la muerte, omnipresente, de campesinos de la zona, milicianos y mercenarios. Todos ellos, los que triunfaron, los derrotados y los que cayeron, son los grandes protagonistas en las fotografías de Ernesto Fernández. 

Raúl Corrales (1925 -2006) ya entonces todo un consagrado de la fotografía, con la experiencia del trabajo para Bohemia, Carteles y desde el 59, en el diario Revolución y la revista INRA, acompaña a Fidel y obtiene importantes imágenes de su presencia. 

Literalmente bautizadas con agua de mar al caerse de la cubierta del tanque, las fotos que se pudieron salvar, aun con sus ¨marcas de agua¨, trasmiten la poesía de su obra, la fotografía del líder liquidando los últimos vestigios de la invasión, resumidas en la icónica imagen del Houston humeante. 

Los dos Maestros de la Fotografía cubana, unidos entonces en la Revista INRA, continuaron ilustrando la vida de nuestra cambiante sociedad para, más adelante, tomar rutas diferentes; Corrales en la Academia de Ciencias y la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, y Ernesto destacándose como reportero de diferentes contiendas bélicas dentro y fuera de Cuba. La obra de ambos forma parte de lo mejor del patrimonio cultural de nuestro país y sus vidas, ejemplo de dedicación y amor a la profesión. 

Hoy, en este trabajo, vuelven a encontrarse. 

Nota: gracias a la familia Corral y al Maestro Fernández por la autorización para la publicación de las imágenes que ilustran este trabajo. 

La obra de Raúl Corrales se encuentra en numerosos libros y en la galería que lleva su nombre en la calle O’Reilly No. 524. Ernesto Fernández exhibe y publica su obra periódicamente y también le recibe con su esposa Sonia y un café en la sala de su casa. 

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