A propósito del 30 aniversario de la compañía de baile de Lizt Alfonso 

 

Los conocedores hablan de buenas cosechas que producen excelentes vinos, capaces de adquirir, con el tiempo, mayor valor. Ese es el caso de la compañía de Lizt Alfonso, que por estos días festeja por todo lo alto el aniversario 30 de su fundación. 

 

Surgida en 1991, ya en un Período Especial en pleno desarrollo luego de una década de cierto bienestar económico, y bajo las consecuencias para Cuba de la desaparición del campo socialista y la desintegración de la URSS, el núcleo fundacional de la agrupación enfrentó todo tipo de incomprensiones, carencias y dificultades. Pero como suele ocurrir, la fuerza del arte, su papel regenerador, y la perseverancia de la directora, se impusieron. 

 

Aunque en los inicios el folclor español fue el objetivo, pronto ampliaron horizontes y se propusieron, con una visión contemporánea, recrear lo auténticamente cubano, a partir de las raíces africanas, la tradición creada por escuela cubana de ballet y nuestros bailes populares, las técnicas y estéticas más actuales, y mezclarlo con lo que ya hacían, hasta llegar a su propio estilo: la danza-fusión. Y lo lograron. Tanto, que abrieron talleres vocacionales, una unidad artística-docente, un ballet infantil y uno juvenil que sirven de cantera a la compañía, un concurso coreográfico ya devenido internacional… 

 

Aclamada en diversas latitudes, Lizt Alfonso Dance Cuba y su directora, embajadora cultural de la Unicef, han recibido importantes reconocimientos, como el International Spotlight (2016) para las Artes y las Humanidades, entregado en la Casa Blanca por la entonces Primera Dama Michelle Obama; el Primer Premio de Coreografía de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) por Sinceramente Federico García Lorca, Alas, Elementos y Fuerza y compás, y el Premio Dora (Toronto, 2008) a la mejor coreografía por Vida, entre otros. Más recientemente (2021) varios de sus integrantes merecieron numerosos galardones en la competencia Ballet Beyond Borders, que se convoca alternadamente en Los Ángeles y Montana, EE.UU., esta vez online. 

  

Cuba vibra, el espectáculo con que inauguran la celebración por sus tres décadas, y que será presentado además de otras obras en una gira por los cinco continentes, recrea un elaborado repertorio que incluye mambo, rumba, chachachá, bolero, bulerías… Con piezas interpretadas en vivo por el grupo musical perteneciente a la compañía, las cuidadas coreografías dan oportunidad de lucimiento a los solistas, a parejas y al siempre exacto cuerpo de baile, llenando el escenario de luz y movimiento, acentuados por el exquisito vestuario. Los frecuentes, entusiastas y agradecidos aplausos que resonaron en el teatro Martí durante las funciones, premiaron la vitalidad de la compañía después de treinta años de trabajo constante, disciplinado y renovador. 

 

Por Lizt Alfonso Dance Cuba, ¡un brindis con el mejor vino!